martes, 15 de noviembre de 2016

Plutôt rien

Decía Vauvenargues, duque de Clapiers: "es más fácil y con frecuencia más útil decir cosas nuevas que conciliar las que ya han sido dichas...".

En dos semanas y pico cerraré este desaliñado cuaderno de campo, que habrá estado abierto durante un año con el pretexto de la campaña electoral del 20-D. O al menos dejaré de publicar a diario en él. Otras rutinas piden paso.

No habré aclarado nada ni logrado nada útil conciliando las cosas ya dichas; y con la nuevas, más fáciles, según Vauvenargues, ojalá haya logrado al menos entretener a algunos curiosos.

Cocteau, el gran recurso para todas la ocasiones (parece que su cometido en la vida fue parir frases ingeniosas muy superiores a su obra), dijo, plagiando a Leibnitz, ante una decoración muy rebuscada en una casa que le mostraban: pourquoi pas plutôt rien?

Pues eso.

(Hace casi un año el mundo era más joven y pleno de sentido, con rosas en el monte y con buone domeniche.)





La caduta

La caída, la quiebra de la democracia y sus razones: según  Raffaele Simone.
Básicamente su origen utópico y antinaturalista.


Aquí.

Se podrá no estar de acuerdo, pero para ello se requerirá de una respuesta más compleja que la suya.

El retorno de los brujos

El mejor análisis en español leído hasta ahora sobre los porqués de la victoria de Trump.
Aquí.

Toca todos los temas de fondo y los toca no solo de oído.

La Wikipedia merece capítulo aparte. Su filosofía del conocimiento hace agua por varios costados. Era inevitable que así fuera, y basta con poner la patita en las interioridades para ver que muchos artículos están comisariados por sectarios.

Si la incultura y el contraconocimiento predominan en la calle y la democracia era sólo aquello de hacer normal "arriba" lo que era normal "abajo", ya tenemos la explicación de por qué los populismos van a ir a más y por qué Wikipedia es cada vez más Wikiality.

Y es que el pueblo no es un lugar vacío, como algún retrovanguardista deleuziano pretende; en cambo lo es, o debería serlo, el poder: un lugar donde se turnen las mayorías legítimas en un marco sólido de "check and balances", conroles y contrapesos.


El pueblo, en democracia, como clase social no existe. Ni debe.

Pero como realidad social sí existe. Vaya que sí. Y no vota con la razón sino con la emoción.


Entre los cuatro mil nuevos cargos que va a nombrar Trump, ¿cuántos proceden de los arrabales del pensamiento más anticientífico y teísta, por ejemplo? ¿Cuántos son mera emoción irracional semoviente?

Es el retorno de los brujos, de los que el pueblo siempre espera, diacrónicamente, que salga una verdad de su boca. El problema es que suele salir es una trúcines.





El arúspice mariano

Alguien tan atildado como Pablo Casado en TVE, a las 9h 52:  "Se compara a Trump... con Reagan, que para mí es el mejor presidente norteamericano en el último medio siglo (...) Yo no soy tan pesimista sobre Trump".