jueves, 27 de abril de 2017

Lo diga Pablenchón o su porquero

La moción de censura es la moción de censura y clama al cielo: lo diga Pablenchón o quien sea.

La torpeza de querer liderarla, en vez de ponerse al servicio de PSOE y C's no hará sino darle oxígenos a Rajoy, que tal vez sea lo que busca.

...

La verdadera moción de censura a Rajoy debería ser una condena en rebeldía... en las urnas, que es la vera justicia popular... y poética en este caso.

Última trinchera

Aquí, de la Nuez pone el dedo en la llaga: son ellos, los jueces y los cuerpos policiales, aquellos que por oposición ocupan su lugar en la trinchera pública, los que a pesar de todo luchan contra la corrupción de los poderosos y evitan que el país caiga irremisiblemente en la postración moral a la que la arrastra la clase política con una perseverancia y una falta de propósito de enmienda propia de países de democracia de bajísima intensidad.

Pueden cometer errores y ser lentos, y muchas veces se debe a la falta de medios, pero criticarlos por sistema es ir debilitando la red de seguridad...

Bien es cierto que después de Mani Pulite llegó Berlusconi, pero eso no fue culpa de Falcone y Borsellino.












Partitocrasia

Los partidos, crasos.
Aquí.