Juana Rivas en libertad, contra el criterio del fiscal, para no crear "alarma social".
Aquí.
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La alarma social es que sus (pseudo)abogados y la gente que la asesora visaran y difundieran un carta de la señora Rivas (aquí la tienen in extenso) dirigida, entre autres, al Presidente del TC, don Manuel García-Pelayo, fallecido hace años (1991) y cuyos provectos huesos deben de estar riéndose de lo lindo.
Aquí.
