miércoles, 3 de febrero de 2016

Un informador lúcido

Contacto, para comentar las cuentas sobre una posible investidura de Sánchez, con uno de mis informadores locales más lúcidos, como es el deber de todo antropólogo que se precie, aunque sea de salón y mesa camilla, como servidor.
Me dice esto:

"Si te digo la verdad, a mí no me salen cuentas por ningún lado, porque más allá de ellas está lo más importante, que es evitar el suicidio de la socialdemocracia. 
El PSOE, aun con sus errores históricos durante la República y la corrupción en los años de Felipe, es un partido institucional esencial, como lo pueda ser un partido conservador tipo PP (aunque son casposos y ahora  se ve lo muy podridos que están. Lo de Valencia es brutal).
¿Adónde va el PSOE con los secesionistas o los radicales de Podemos? Pablo Iglesias es un submarino comunista que se ha hecho con el sillón de Podemos, un partido que nació en la calle y que temió desde el principio ser manipulado por los comunistas de Izquierda Unida... y parece que lo lograron. 
¡Si Pablo fue asesor de los leninistas como él! No veo las cuentas, solo elecciones anticipadas y más crisis. 
Lo veo todo con mucho pesimismo. Hace veintitantos años se empezaron a destruir muchas cosas y continúan: entre los neoliberales radicales y los extremistas que se creen de izquierdas. Critican esos últimos el bipartidismo y se pavonean porque lo han liquidado (es curioso que Ciudadanos también presuma de ello) ¿Es que no saben que fueron las democracias bipartidistas, aun estando en crisis, las que vencieron al fascismo y dieron estabilidad y prosperidad al mundo? No sé qué nuevo sistema quieren. Creo que ni ellos mismos lo saben".


Lúcidas palabras, a mi modo de ver. Añadiría algún matiz: vencer al fascismo pero también al comunismo, superar diferentes crisis, total,  para luego permitir que los logros sociales de bienestar y los de las libertades individuales, que son fruto del trabajo común de la socialdemocracia y el liberalismo y también un poco de la democracia cristiana, que todo esto se vaya por el desagüe de la Historia... produce mucha pena. La misma que ver cómo el bipartidismo socialista-popular tampoco está  salvando el proyecto europeo.